Historia

Nuestra Historia

Durante el Siglo XX La historia del ser “indígena” ha estado plagada de exclusión. Durante la época de la colonia y a inicios de la república la construcción del Estado se dio a espaldas del ser indígena. Durante el S. XIX y S. XX se produjeron las llamadas políticas de asimilación al Estado-nación Mono cultural, que implicaron la eliminación del “indígena” por medio de matanzas o por la vía del “mestizaje”. El Estado peruano comenzó a fomentar políticas de colonización en la Amazonía y muchos pueblos fueron forzados a conformarse como comunidades para poder reclamar los derechos sobre sus territorios.
Es por estas razones que UNAY como organización de representatividad de comunidades de los valles de los ríos Pichiz, Palcazu y Pachitea, con territorialidad en las regiones de Pasco y Huanuco, en haras de la defensa de los derechos interculturales de sus asociados presenta este Plan de Fortalecimiento Institucional que justifica las actividades a desarrollarse durante el año 2025.

Ashaninka

Pre Colonial

Los antepasados de los Ashaninka, hablantes de lenguas de la familia Arawak, vivieron hace más de 3,000 años cerca del actual Manaos (Brasil). Gracias al desarrollo agrícola, su población creció y comenzó a migrar hacia el Ucayali y la selva central debido a conflictos por tierras fértiles. Se cree que provenían de la cultura Hupa-iya y fueron desplazados por pueblos Pano. Se asentaron en diversos valles amazónicos, como Chanchamayo, Perené y Ene. Hallazgos arqueológicos indican que mantenían relaciones de intercambio con poblaciones andinas incluso antes del Imperio Inca, comerciando bienes como plumas y carne por herramientas, e incluyendo participación militar Ashaninka en las huestes incas. Estos intercambios también influyeron en sus conocimientos tecnológicos y culturales.

Colonial

Durante la colonia, los españoles tardaron en ingresar a la selva central debido al escaso interés por la zona y a la falta de vínculos institucionalizados con los pueblos Arawak. No fue sino hasta 1635 que los franciscanos iniciaron la evangelización del territorio Ashaninka, seguidos por los dominicos. Las misiones trajeron enfermedades y normas impuestas que redujeron drásticamente la población indígena. Frente a ello, surgieron resistencias, destacando la rebelión liderada por Juan Santos Atahualpa (1742-1755), un mestizo andino que articuló una coalición indígena contra las misiones y colonos. Esta rebelión obligó a los españoles a abandonar la zona y sellar la frontera amazónica, lo que permitió a la selva central mantener su autonomía hasta el siglo XIX. La insurgencia combinó elementos religiosos, políticos y culturales, y es recordada por los Ashaninka como un símbolo de resistencia frente a la opresión colonial.

República

Durante el siglo XIX, la expansión de pobladores andinos y europeos desplazó a los Ashaninka hacia las cuencas del Ene y Tambo, situación que se agravó con la explotación cauchera, caracterizada por trabajo forzado, endeudamiento, violencia y esclavitud. Durante el siglo XX, continuó la presión colona y, desde los años 60, los Ashaninka comenzaron a organizarse políticamente para defender su territorio. En los años 80, el ingreso del MRTA y Sendero Luminoso trajo violencia extrema: asesinatos, desplazamientos y destrucción de comunidades. En respuesta, se formó el “Ejército Ashaninka” y se organizaron comités de autodefensa, mientras el Estado instaló guarniciones. El conflicto armado interno dejó cerca de 10,000 desplazados, 6,000 muertos y unas 40 comunidades desaparecidas. Esta experiencia traumática persiste en la memoria colectiva del pueblo Ashaninka, quienes hoy buscan reconstruir la armonía social, la vida digna y el respeto mutuo como base para un futuro de convivencia y bienestar.

Yanesha

Pre Colonial

Los Yanesha, según sus ancianos y diversos investigadores, tienen orígenes que podrían rastrearse hasta la costa peruana, incluyendo Lima y la Huaca Pucllana. Históricamente, establecieron contacto temprano con sociedades andinas e incluso con los Incas, lo cual se refleja en mitos, relatos y préstamos lingüísticos del quechua. Aunque estas relaciones incluyeron enfrentamientos, también hubo intercambios culturales y tecnológicos. Entre los años 1000 y 1500 d.C., las tensiones se intensificaron, y mitos como el del “Inca tirano” sugieren que los Yanesha estuvieron subordinados o en contacto cercano con el Imperio Inca.

Colonial

A diferencia de otros pueblos indígenas, los Yanesha tuvieron contacto temprano con los españoles, siendo mencionados ya entre 1533 y 1576. Aunque los primeros intentos misioneros fracasaron por el rechazo indígena, hacia 1715 los franciscanos lograron establecer misiones y controlar zonas clave como el Cerro de la Sal. Esto provocó transformaciones profundas en la sociedad Yanesha: reorganización social, cambios económicos por la introducción de nuevas tecnologías y especies, y graves pérdidas demográficas por enfermedades desconocidas.

Durante el dominio español, los Yanesha fueron evangelizados y usados como mano de obra, perdiendo gran parte de su autonomía. Esto generó un creciente descontento que culminó en la rebelión liderada por Juan Santos Atahualpa en 1742. Esta insurrección unió a varios pueblos indígenas con el objetivo de expulsar a los españoles. La rebelión tuvo éxito temporal y provocó el retiro de los colonizadores, dejando la selva central aislada hasta 1847.

Pre Colonial

Tras la independencia del Perú, el Estado incentivó la colonización de la Amazonía para integrarla y controlarla económicamente. En 1847 se retomó la selva central con fuertes militares y, posteriormente, con la llegada de colonos alemanes y andinos, lo que provocó el desplazamiento y confinamiento de los Yanesha. En 1891 se fundó Oxapampa y la Peruvian Corporation recibió una gran concesión de tierras, intensificando la presencia foránea en territorio indígena.

Aunque los Yanesha no fueron tan afectados por la fiebre del caucho como otros pueblos, sí sufrieron una drástica reducción territorial, lo que los obligó a migrar hacia nuevas zonas. Desde los años 40, comenzaron a integrarse al mercado como trabajadores y pequeños productores. A partir de 1960, iniciaron movilizaciones políticas por el reconocimiento de sus territorios, consolidándose con la Ley de Comunidades Nativas y el PEPP.

En los años 80, enfrentaron la violencia de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el MRTA, especialmente este último, que ingresó a zonas Yanesha en 1984. La situación culminó en 1989 con una insurrección indígena tras el asesinato del líder Ashaninka Alejandro Calderón.

Desde los años 90, aunque la zona vive en mayor paz, nuevos problemas como la tala ilegal y el narcotráfico amenazan al pueblo Yanesha. Frente a ello, han fortalecido su organización para proteger su territorio y revitalizar su identidad cultural.

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